FEBRERO 2011


En el año 2004 Descalzo se comprometía con los vecinos de Villa León: “en Ituzaingó estamos en contra de esta medida. La empresa (Edenor) no cuenta con ningún permiso provincial ni municipal por lo que para nosotros será clausurada y no seguirá adelante. Estamos en total acuerdo con nuestros vecinos”.
Pasaron 5 años y en ese lapso algunas cosas cambian.
La Municipalidad de Ituzaingó (gobernada por el mismo Descalzo) le vendió a la empresa Edenor un predio en San Alberto para que se emplace allí una subestación.
Partiendo de la base de que cambio es oportunidad, los vecinos de Villa Las Naciones y San Alberto se preguntan: ¿oportunidad para quién?
Primero les construyeron una Ciudad Judicial que  figura como Unidad Penitenciaria nº 39 y ahora pretenden emplazar una subestación argumentando que los vecinos y comerciantes de Ituzaingó necesitan tener energía confiable en un pueblo que ha crecido mucho desde que es distrito… etcétera… etcétera.
Claro que los vecinos de Ituzaingó el único medio de comunicación masiva que reciben es el periódico municipal donde estas cuestiones apenas se rozan, por supuesto eliminando todo posible daño o mancha para la gestión de Alberto Descalzo.
Después de casi 19 años los que hacemos La Voz de Ituzaingó sabemos que NO LLEGAMOS A TODOS LOS VECINOS, pero por lo menos usted tiene que reflexionar con nosotros.
Como publicamos en esta misma edición, el intendente de José C. Paz Mario Ishii SE PUSO AL FRENTE DE LA LUCHA de los vecinos contra la colocación de una subestación en el barrio Sol y Verde y se comprometió a hablar con la empresa EDENOR y con el ENRE.
Claro que Descalzo por decreto suspendió hace un año la instalación de la subestación, tal vez para frenar una sesión extraordinaria aprobada por el 50% de los concejales que querían respaldar a los vecinos que los votaron y los que no.
Lo que nos parece destacable es lo que se logra con participación popular. Dos intendentes incluidos en la denominación “barones del conurbano” se ven obligados a respaldar el pedido de los vecinos a los que la Organización Mundial de la Salud no defiende en lo más mínimo (recordemos que aún no se han expedido en el tema de las antenas de telefonía celular, subestaciones de distribuidoras de electricidad, y tantos temas que a simple vista dañarían al ser humano y su hábitat).
Por eso antes de tomarnos vacaciones decidimos compartir con nuestros lectores esta sensación de triunfo, de conquista, de ver cómo un puñado de vecinos unidos por un problema común pueden torcer la voluntad de un Descalzo o de un Ishii.
Que una empresa como Edenor tiene que “desensillar hasta que aclare” porque son más tiempos de “Responsabilidad Social Empresaria” que de “esclavitud en los obrajes”.
Porque por buscar un cortocircuito, en el tema de la Subestación de Edenor de Ituzaingó, ahora tienen que buscar el circuito más corto para llegar a los vecinos.


Daniel Jorge Galst